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Mostrando las entradas de noviembre, 2014

No te enamores de una mujer así...

No te enamores de una mujer que lee, de una mujer que siente demasiado, de una mujer que escribe… No te enamores de una mujer culta, maga, delirante, loca. No te enamores de una mujer que piensa, que sabe lo que sabe y además sabe volar; una mujer segura de sí misma. No te enamores de una mujer que se ríe o llora haciendo el amor, que sabe convertir ... en espíritu su carne; y mucho menos de una que ame la poesía (esas son las más peligrosas), o que se quede media hora contemplando una pintura y no sepa vivir sin la música. No te enamores de una mujer a la que le interese la política y que sea rebelde y sienta un inmenso horror por las injusticias. Una que no le guste para nada ver televisión. Ni de una mujer que es bella sin importar las características de su cara y de su cuerpo. No te enamores de una mujer intensa, lúdica, lúcida e irreverente. No quieras enamorarte de una mujer así. Porque cuando te enamoras de una mujer como esa, se quede ella contigo o no, te ame ella

Sigo esperando ese día

Escribiré tu nombre en un papelito que guardaré en el rincón mas profundo y sagrado de mi cajón más escondido. Lo pondré con marcador, con mayúsculas, con mi mejor letra,  y es que, tarde o temprano, muy a pesar mio he de olvidarlo. Cuando suceda puede que sea austero, indoloro, que ese momento apenas deje rastro de su paso. O tal vez, por el contrario, sea lento y pausado, y ande durante mucho tiempo por el mundo con ese horrible sabor a cuchara en mi boca pensando a ratos qué he dejado pasar algo sin tener el alivio de atinar qué es eso que pienso tanto. En cualquiera de los casos, un día lo olvidaré, me daré cuenta cuando coincida con alguien que se parezca a ti en la calle, en un transporte, en algún museo, y entonces vendrá tu imagen a mi cabeza, tus pechos, tus bríos, tu sonrisa.. y vendrá también un escalofrío abrupto y doloroso que recorrerá mi espina cuando no recuerde siquiera tu letra inicial. Entonces correré hasta mi casa aterrorizada donde tantas veces corrí contigo con e

NO ES CUESTIÓN DE TIEMPO...

No es el tiempo quien mide los afectos, sino la intensidad de lo vivido. Hay quien nos deja huella para siempre, una huella profunda, de tierra y osamenta, de piedra bien labrada. Y hay quien no deja nada a pesar de los años, una huella indeleble de agua y de hojas secas. Hay quien nunca se marcha, habita en la memoria  y ocupa los silencios. Y hay quien jamás estuvo, ni siquiera en el tiempo de la lluvia. Amar, haber amado… Ese es todo el misterio. Y no se mide en tiempos… definitivamente es cosa de saber quién teje los recuerdos de una vida. Hay quien siempre estará y quien no estará nunca. Así que no me digas que de eso ya hace mucho, pues para mí fue ayer. Noviembre te ha traído, y hoy vives en mis manos con tu recuerdo indemne… Y no es cuestión de tiempo.